STUDIO
by
JACQUELINE SASTRE - STUDIO
Desde Palma y con una proyección internacional, JACQUELINE SASTRE–STUDIO nace de la visión de Jacqueline Sastre:
diseñadora por vocación y creadora de interiores con alma, donde se entrelazan función, emoción y belleza.
Tras licenciarse en historia del arte y periodismo y ejercer profesionalmente en ese ámbito,
decidió reorientar su carrera hacia el diseño, formándose en arquitectura de interiores
y en peritaje en antigüedades y obras de arte.
Ese recorrido doble —cultural y técnico— dio lugar a una visión del interiorismo profunda,
reflexiva y rica en matices, donde la estética convive de forma natural con la funcionalidad y el contexto.
A esta base se suma una sólida experiencia en obra —especialmente en el ámbito de la reforma hotelera—,
que ha fortalecido la capacidad de colaborar con arquitectos, ingenierías y equipos de ejecución
y de responder con solvencia a los desafíos reales de cada proyecto.
Jacqueline es una observadora atenta de lo cotidiano y lo excepcional. Su sensibilidad estética se ha ido formando a través de la experiencia, los viajes y una constante labor de documentación. Cada proyecto parte de una idea clara y se desarrolla con atención al detalle, buscando siempre ese elemento, ese gesto o ese ángulo capaz de dar identidad al espacio y de hacerlo reconocible, representativo y memorable. Espacios que invitan a ser fotografiados no por su artificio, sino por su capacidad de transmitir algo propio.
Jacqueline es una observadora atenta de lo cotidiano y lo excepcional. Su sensibilidad estética se ha ido formando a través de la experiencia, los viajes y una constante labor de documentación. Cada proyecto parte de una idea clara y se desarrolla con atención al detalle, buscando siempre ese elemento, ese gesto o ese ángulo capaz de dar identidad al espacio y de hacerlo reconocible, representativo y memorable. Espacios que invitan a ser fotografiados no por su artificio, sino por su capacidad de transmitir algo propio.
El lenguaje del estudio es ecléctico, sofisticado, decorativo y cultural.
Materiales nobles en su estado más natural —madera, mármol, barro, hierro sin tratar—
conviven con tejidos con relieve de inspiración vintage, mosaicos pintados a mano,
suelos con historia y techos tratados como superficies expresivas.
Los interiores que creamos mezclan épocas, culturas y texturas con libertad,
elegancia y una dosis medida de bohemia.
En ocasiones, también nos inspira un enfoque más contenido: el minimalismo ornamental,
donde pocos elementos, si son lo bastante potentes, pueden sostener por sí solos toda la atmósfera.
Mármoles monumentales, suelos envejecidos, frescos antiguos o molduras exageradas
bastan cuando el espacio permite que hablen.
En ambos casos, buscamos lo mismo:
espacios que se recuerdan, que envuelven, con narrativa propia.
El estudio desarrolla proyectos de interiorismo para hoteles de distintas escalas y contextos —desde entornos urbanos hasta enclaves rurales o costeros—, así como para espacios gastronómicos, entornos de trabajo, espacios comerciales y residencias privadas, siempre con un enfoque altamente personalizado. Aunque trabajamos con todo tipo de clientes, el sector hotelero representa una de nuestras principales motivaciones creativas y estratégicas. Sentimos una afinidad natural con los espacios que reciben, que hospedan, que generan atmósferas donde quedarse. Por eso abordamos cada encargo con una mirada tanto estética como funcional, cuidando desde la belleza visual hasta los aspectos técnicos esenciales: durabilidad, mantenimiento, eficiencia y gestión cuidada del presupuesto.
El estudio desarrolla proyectos de interiorismo para hoteles de distintas escalas y contextos —desde entornos urbanos hasta enclaves rurales o costeros—, así como para espacios gastronómicos, entornos de trabajo, espacios comerciales y residencias privadas, siempre con un enfoque altamente personalizado. Aunque trabajamos con todo tipo de clientes, el sector hotelero representa una de nuestras principales motivaciones creativas y estratégicas. Sentimos una afinidad natural con los espacios que reciben, que hospedan, que generan atmósferas donde quedarse. Por eso abordamos cada encargo con una mirada tanto estética como funcional, cuidando desde la belleza visual hasta los aspectos técnicos esenciales: durabilidad, mantenimiento, eficiencia y gestión cuidada del presupuesto.
Este año, Jacqueline Sastre Studio resurge con más fuerza, más claro en su lenguaje y más fiel que nunca a su origen.
No hablamos solo de un rebranding: hablamos de una vuelta a casa.
La nueva imagen nace de un gesto íntimo y profundamente simbólico. Hace años, Alex —amigo del alma y socio con quien Jacqueline inició su camino en el interiorismo— le regaló unas pequeñas casas de cerámica, hechas a mano y cocidas en un taller del centro de Madrid. Eran sencillas, únicas, imperfectas. Eran él. Con el tiempo, esas casitas se convirtieron en un objeto de memoria, en una presencia silenciosa que acompañó la evolución del estudio. Hoy, dan forma al nuevo símbolo de la marca: un trazo imperfecto que habla de amor, de origen y de permanencia.
Este rediseño es también una declaración de intención. Damos vida al presente con elementos del pasado. No solo actualizamos una identidad: la afinamos para reflejar lo que ya éramos, con más verdad, con más historia. El nuevo lenguaje visual del estudio —más libre, más emocional, más artesanal— recoge lo aprendido, lo sentido y lo vivido. Y marca el inicio de una etapa más consciente, más comprometida con nuestra forma de hacer: desde el detalle, la emoción y la belleza sin artificios.
Jacqueline Sastre Studio empieza un nuevo capítulo. Uno que mira hacia adelante sin olvidar de dónde viene. Porque hay gestos que construyen espacio, y hay recuerdos que construyen sentido.
La nueva imagen nace de un gesto íntimo y profundamente simbólico. Hace años, Alex —amigo del alma y socio con quien Jacqueline inició su camino en el interiorismo— le regaló unas pequeñas casas de cerámica, hechas a mano y cocidas en un taller del centro de Madrid. Eran sencillas, únicas, imperfectas. Eran él. Con el tiempo, esas casitas se convirtieron en un objeto de memoria, en una presencia silenciosa que acompañó la evolución del estudio. Hoy, dan forma al nuevo símbolo de la marca: un trazo imperfecto que habla de amor, de origen y de permanencia.
Este rediseño es también una declaración de intención. Damos vida al presente con elementos del pasado. No solo actualizamos una identidad: la afinamos para reflejar lo que ya éramos, con más verdad, con más historia. El nuevo lenguaje visual del estudio —más libre, más emocional, más artesanal— recoge lo aprendido, lo sentido y lo vivido. Y marca el inicio de una etapa más consciente, más comprometida con nuestra forma de hacer: desde el detalle, la emoción y la belleza sin artificios.
Jacqueline Sastre Studio empieza un nuevo capítulo. Uno que mira hacia adelante sin olvidar de dónde viene. Porque hay gestos que construyen espacio, y hay recuerdos que construyen sentido.